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¿Estás tirando el dinero? 7 Errores en publicidad

Son ya varios los empresarios que me afirman: “La publicidad no sirve para nada” a lo que yo les contesto: “Efectivamente, la mala publicidad no sirve para nada, salvo para tirar dinero y piedras sobre tu tejado”.

¿Me estás diciendo que he estado tirando el dinero?

Puede, pero prefiero que te respondas tú.

Arriesgada por mi parte esta afirmación… pero la cosa cambia cuando les demuestro los errores, muchas veces de manual, en los que han estado incurriendo.

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Todos los días pasan ante mi piezas publicitarias cuya intención es vender. Flyers, pequeños dípticos con ofertas, trípticos y desplegables comerciales que han costado su buen dinero, etc… Me duele verlos, porque observo cómo esa mala publicidad está siendo dañina para esas empresas. Sencillamente, porque no cumplen su función de reclamo comercial, porque no informan de la manera adecuada o porque aunque se haya puesto mucha voluntad en hacerlo bien, no se ha conseguido. En esta vida no se puede saber de todo.

Ahí van los 7 errores más comunes:

 

  1. Tú no eres tu público objetivo, o lo que es lo mismo, tú no te vas a comprar.

 

Lo sé, se te ha ocurrido y te ha parecido el no va más como idea. Ingeniosa, con chispa y con un juego de palabras increíble, vamos, el summun de la creatividad. Pero por culpa del entusiasmo/enamoramiento de la idea no te has parado a pensar en tu potencial cliente. ¿Va a entender el mensaje? ¿Se va a sentir identificado? ¿Le informas claramente o le agobias con tanta información?

Tú como empresa, tienes que sentirte identificado con el mensaje que emites, ha de tener un objetivo claro, pero el receptor es tu cliente, no tú.

Piensa en él, qué es lo que valora, por qué le puede beneficiar más tu producto que el de la competencia. Indaga en sus intereses más allá de tu producto para usarlo como argumento relacionado y como no, utiliza sus códigos visuales para llamar su atención.

 

  1. No agobies con la información. No todo lo que quieres poner es importante.

 

Todas las piezas publicitarias/comerciales tienen un formato, un espacio físico al que hay que ajustarse. Obviamente no puedes poner la misma información en un flyer tamaño A5, un banner publicitario o un díptico tamaño A4. Por lo tanto, esto te obligará a seleccionar y sintetizar mucho la información. Es más, hay piezas que están indicadas para un tipo de empresa y no para otra porque podrían ser contraproducentes.

Si por ejemplo, necesitas un texto introductorio, un cuadro de características, poner varias fotos, información de la empresa y además un formulario para que la pieza cumpla el objetivo, a lo mejor has de replantearte el formato, o el canal (online, offline, medios comunicación…) Cada pieza, más allá de costes, está indicada para cumplir una función.

Una vez seleccionado lo que se quiere poner, y poder responder por qué está y no se elimina, has de jerarquizar la información. Todo no se lee al tiempo. Ayuda al cliente a comprender el mensaje.

 

  1. Esa foto no la hubiera puesto ni tu peor enemigo.

 

Falta luz, falta calidad técnica y compositiva, no se ve correctamente el producto, está pixelada, el atrezzo sobra o directamente no se sabe cual es tu producto… Espera, que lo hay peor. Como no tienes buenas fotos o es difícil visibilizar tu servicio has decidido tomar prestada la imagen de internet… pecado y riesgo de multa, no te lo puedo decir más claro.

Has de saber que las imágenes han de trabajar en paralelo con el texto. No están ahí ni para hacerlo más bonito, ni para rellenar. Supongo que has escuchado que “una imagen vale más que mil palabras”, pues en la mayoría de los casos es cierto. Si tu producto es sobresaliente, invierte en unas buenas fotos profesionales que se venderán solas. Ojo, profesionales, una buena cámara no garantiza una buena foto.

Si por el contrario ofreces servicios, una excelente opción son unas infografías que visualicen tu manera de hacer (know how) y relacionen ideas sobre lo que soluciona tu trabajo. También, si comercializas productos de otros, puedes solicitar al fabricante las suyas, y si no, siempre puedes utilizar las de bancos de imagen gratuitos o de pago.

 

  1. ¿Quién firma esto?

 

Esto es un clásico, por habitual, y por la poca cultura corporativa que hay en este país. O dicho de otro modo: ¿Dónde está el logo y porque no está construyendo marca?

Me atrevería a decir que en un 40% de la publicidad que recibo en el buzón, no lleva marca. La mayoría de las veces, porque, o no tiene, o es mala. Pero, es que otro 40% la tiene, pero no está bien resuelta en la pieza. Tamaño inadecuado, sobrepuesta en fondos complejos que dificultan su lectura, no guardar una distancia de seguridad con el resto de información… En definitiva, errores que dificultan su correcta visibilidad y reconocimiento…

¿Responsable? No tener un Manual de Imagen Corporativa que normalice el uso de la marca, describa funciones y usos en diferentes circunstancias.

 

  1. Topicazos y palabras vacías

 

Claro que tu servicio es bueno y tus productos de máxima calidad, pero no basta con decirlo, hay que demostrarlo. Utilizar los mismos argumentos que la competencia es sinónimo de pobreza de recursos, por eso debemos ir más allá y ser creativos a lo hora de contar lo que ofrecemos y cómo lo ofrecemos.

Todos hemos leído mensajes que nos resultan del todo familiares: “excelente calidad y servicio”, “experiencia única”, “servicios 360º”, “atención personalizada”, “soluciones innovadoras”, “lo que tu empresa necesita”, etc, etc… No digo que estén mal, pero si las dejamos así, resultan vacías y carentes de credibilidad.

Dime por qué voy a tener una experiencia única, o como innovas en un servicio que ofreces como la competencia. Cuéntame cuál es tu valor añadido y cómo lo pones en práctica. Dime por qué he de confiar en ti.

 

  1. ¿A quién le interesa tu información?

 

¿Qué pregunta? A todo el mundo…

Falso!

Otro clásico en Pymes es pensar que la información interesa a todo el mundo. A lo mejor, es así, pero la manera de contarlo no. No se puede utilizar el mismo lenguaje con un público objetivo millennials de entre 20 y 35 años que entre 40 y 50. Así como será también diferente la manera dirigirse a empresas que a particulares, o emprendedores que a la Administración Pública.

Sencillamente cada uno valora unas cosas y le llegan un tipo de mensajes. Pero no solo es eso. Antes mencionaba los códigos visuales, estos son parte fundamental a la hora de dar una oportunidad al mensaje o rechazarlo a la primera. El carácter de la tipografía, los colores, la fotografía, la ilustración y composición de la pieza cumplen una función clave.

Solo tienes una oportunidad dentro de la sobreabundancia de estímulos que hay tanto en el entorno online como offline. Aprovéchalo!

 

  1. Colorín colorado, esta historia te la has cargado.

 

¿Sabías que los colores hablan? ¿Sabías que determinados colores están asociados a determinadas actividades? ¿Y que hay colores prohibidos en según que sectores? ¿O que nuestro ojo/cerebro rechaza determinadas mezclas?

Un caso habitual es poner textos en color sobre fondos que lo anulan o interfieren su lectura. O utilizar colores que son complementarios y el cerebro los lee como grises. La solución no es poner una de esas sombras que vienen por defecto, eso lo único que hace es empeorar el resultado.

A lo mejor la solución es cambiar alguno de los colores y buscar más contraste, o cambiar la tipografía o su tamaño. Un truco muy básico es entornar los ojos a ver si se lee correctamente.

Por otro lado, sé fiel a tus colores corporativos. Potencia su uso de manera equilibrada y busca una gama cromática que le favorezca.

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Detectar estos errores y otros muchos, es una labor diaria de la Consultoría en Diseño y Comunicación, es lo que llamo auditar. Analizar la situación, revisar la estrategia para construir una comunicación visual más coherente, diferenciada y potente.

Sé que hay muchos más, pero este post ya es excesivamente largo. Ahora te invito a compartir experiencias y opiniones.

Si te he ayudado a reflexionar y detectar errores en la publicidad de tu negocio, es hora de contarlo para aprender de los errores. Si además, crees que puede ser útil para otros, comparte este enlace en tus RRSS con tus contactos.

¿Crees haber cometido alguno de estos errores en tu publicidad?

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