CORTIJO ALBORAZOR es una empresa familiar empeñada en hacer valer un producto excelente. El diseño de su imagen corporativa y las etiquetas que rubricarían cada una de las botellas que saldrían de su almazara fue un reto mayúsculo que implicaba un trabajo de investigación del sector, dentro y fuera de nuestras fronteras, de legalismos al tratarse de un producto alimenticio, y de apostar por una imagen innovadora y atractiva que definiera perfectamente el producto.